De mí, que soy una Santa,
que temo la ira de Dios,
que me reinvento con cada tic-tac...

martes, 10 de febrero de 2009

Lo sé, lo sé… son días… en los que espero una respuesta quizá a la mitad de la duda, de la interrogante.

Niebla fue el tópico de hoy en clase de española. Niebla ha sido ya el tópico de todos los días en la clase de la “vida”.

Si la duda es existir o no existir, pensar o no pensar, estrangular o no, cuál será la duda que se esconde tras la máscara Shakesperiana, tras de la existencialista.

¿Cuál es el disfraz del yo encadenado a la persecución de sí [él] mismo?

Existo por que estoy, estoy porque existo.

Sencillo, pueril, necesario, eficaz: soy y no soy y estoy y me voy y regreso y estoy y me largo y me alargo y me vuelco y me revuelco al no saber si estoy por estar o si estoy porque estoy…

—Duda, duda, duda y después vuelve a dudar con todas tus energías, hijo mío ¡Que nada vale lo que sabes, si no pesa más lo que desconoces!

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